Por que la piel es tan sensible, es un tema cada vez más frecuente. Esto se debe al
nivel de contaminación, el estrés, sol, mala alimentación y el uso de
cosméticos inadecuados. Para poder solucionar este problema debemos identificar
si nuestra dermis es sensible o no.
¿Cuáles son los síntomas?
Podríamos
mencionar entre tantos: picor, enrojecimiento, granitos, descamaciones,
irritaciones, asperezas, erupciones, etc. También en casos extremos, se puede
observar venas en las mejillas.
¿Por
qué ocurre?
La piel
sensible puede localizarse en la cara, cuero cabelludo y también en el cuerpo.
Antes de hablar de las recomendaciones para lidiar con una piel delicada, es
necesario mencionar los tipos de sensibilidad cutánea.
·
Natural o de
nacimiento: cuando la piel es
fina, seca, se enrojece fácilmente y puede sufrir patologías como cuperosis o
dermatitis.
·
Reactiva: cuando se enrojece ante el frío, sol, viento, un tratamiento
estético como el peeling o cuidados de higiene inadecuados.
·
Ocasional: reacciona en momentos específicos como cambios hormonales,
estrés, fatiga, mala alimentación, variaciones climáticas, etc.
¿Qué hacer?
Lo primero es
acudir a una consulta con un dermatólogo. Una vez que hayas determinado si
padeces de esta patología y cuales son las posibles causas, debes proceder a
una serie de pasos indispensables para su cuidado.
1. Hidratar: una buena
humectación mejora el aspecto y la protege de las agresiones externas. Es
aconsejable hidratar el rostro y el cuerpo por la mañana y la noche. Puedes utilizar cremas hidratantes para piel sensible.
2. Protegerte del sol:
los rayos ultravioletas están entre los principales irritantes de la piel
sensible. Así que es importante utilizar cremas que lleven protección SPF.
3. Cero estrés:
este tipo de piel reacciona a situaciones de angustia, alerta o fatiga, con
brotes y erupciones. Lo que puede hacer para evitarlo, además de mantener la
calma, es practicar ejercicios de relajación.
4. Usar productos de belleza: y cosméticos formulados para estos casos. Significa que no
deben contener perfumes, alcohol o conservantes.
5. Rutinas diarias de limpieza: Es fundamental, pero hay que evitar frotar la cara, ya que
los movimientos agresivos pueden llegar a irritar la piel. Se debe realizar en
la mañana y en la noche. La exfoliación es recomendable hacerla una vez por semana,
pero con suma delicadeza para no maltratar la piel.
6. Evadir escenarios medioambientales externos: el frío excesivo reduce las secreciones que mantiene la
película hidrolipídica, mientras el calor estimula la sudoración, que después
se evapora provocando la desecación de la piel y una mayor propensión a la
irritación. En ambos climas es esencial mantener la hidratación con cremas y a
través de la ingesta de agua u otros líquidos.
7. Reducir
el tiempo en la ducha: baños cortos y con
agua a temperatura ambiente o fría son pautas básicas a seguir. El agua
caliente tiene la tendencia a deshidratar la piel, por eso es recomendable
evitar su uso, sobre todo para lavarte la cara.
¿Cómo realizar el cuidado?
Los especialistas recomiendan el uso de
hidratantes como glicerina, úrea e isomerina. Además, pueden acompañarse con
regeneradores cutáneas como el dexpantenol y sustancias que mantengan un pH
ligeramente ácidos de 5. De acuerdo con las recomendaciones de la unidad
dermatológica Misticone, la piel sensible debe usar protectores solares
recomendado dermatológicamente, no usar productos de limpieza agresivos,
eliminar de forma efectiva los rastros de maquillaje y contaminación ambiental,
y llevar una vida sana con una alimentación saludable.
Si se aplica un hidratante o un maquillaje
que contiene agentes irritantes, la epidermis puede enrojecerse y picar.